Los socialistas de Palma y los de Mallorca -liderados por Antoni Roig y Francina Armengol- aparcaron ayer temporalmente sus diferencias sobre el modelo de partido para pactar una estrategia de oposición que pretende evitar la imagen de descoordinación entre el grupo municipal de Palma y el grupo insular. Armengol y Roig comparecieron conjuntamente tras una reunión en el partido en la que se fijaron las propuestas del PSOE para después de las vacaciones. Según indicó Francina Armengol, las modificaciones previstas por el PP y UM en el Plan Territorial de Mallorca y la constitución del Institut de Serveis Sociales i Esports (ISSEM) serán dos de los temas fundamentales que marcarán la agenda de la oposición socialista en el Consell.
Entre las principales preocupaciones de los socialistas se encuentran las variaciones anunciadas por el nuevo equipo de gobierno del Consell en el Plan Territorial de Mallorca, porque supone la configuración de «una red viaria completamente absurda», de acuerdo con la definición de Armengol. Para el PSOE el proyecto de ordenación de PP y UM implicará la saturación de uno de los puntos de entrada de Palma con la ampliación de la autopista de Inca. Además, según dijeron, el nuevo plan supondrá que no se lleven a cabo las líneas de tren previstas para la Isla en la anterior legislatura, lo que despierta «el rechazo más enérgico» del PSOE. Los socialistas presentarán mociones en el Consell y también en los ayuntamientos. Estas mociones también se referirán a una actuación específica de Palma: el soterramiento del Passeig Marítim, al que también se oponen dijo Roig.Armengol cuestionó el «cambio institucional» que supone el nuevo instituto de servicios sociales, «dificulta el control de la oposición» al ejecutivo insular. Armengol se quejó de las dificultades que su «gestión presidencialista» pueden provocar. Roig y Armengol anticiparon cuál será otra de las vías de actuación: continuar con las tranferencias al Consell pero, a la vez, iniciar la «segunda descentralización»: que la institución insular se coordine con los ayuntamientos y a la vez le ceda competencias. Roig criticó que «a cien metros de distancia» haya en Palma dos oficinas de turismo, una gestionada por el Consell y otra por Cort.