Desde el promontorio de Punta de n'Amer se divisa el dilatado perfil de edificios turísticos que bordean el litoral de Llevant en el espacio geográfico que divide los municipios de Sant Llorenç y Son Servera. Un amplia playa de arena blanca y aguas transparentes, pese a la urbanización intensiva a que fue sometida a partir de los años 60. Por fortuna, las calles de acceso a primera línea finalizan desde su acertada remodelación, en rotondas que hacen las veces de aparcamiento y giro de vehículos. Esta solución ha permitido destinar el largo paseo marítimo que bordea la playa al uso peatonal combinado con zonas verdes. Así, es posible recorrer a pie los 1.800 metros que mide esta playa sin sufrir las molestias derivadas de los ruidos o la velocidad del tráfico. En consecuencia ,esta playa ha ganado en calidad ambiental, merced a la amplitud y tranquilidad que aporta su actual configuración.
Cala Millor es una denominación moderna derivado de Cala Bona, que sustituyó al original de playa de Son Servera o de Davant S'Hort. Antes de su proyección turística formaba un arenal donde a partir de los años 40 se edificaron las primeras residencias familiares, algunas de las cuales aún permanecen en el interesante nucleo original que forman sus características calles sombreadas de pinos, cerca del embarcadero. En la actualidad, Cala Millor es una playa muy concurrida en verano por los turistas y que llega al extremo de la masificación en plena temporada alta. A lo largo de nuestro paseo por sus orillas pudimos comprobar que la ocupación es mayoritarimente extranjera, como ocurre en buena parte de las playas de la zona, salvo el fin de semana.
Gabriel Alomar