Valeria Petkova ha sido la ganadora del concurso «Operación Top Model», celebrado recientemente en Barcelona en la pasarela instalada en el Village a propósito de los Campeonatos del Mundo de Natación. Este premio le ha reportado 6.000 euros y un contrato para desfilar en septiembre en la prestigiosa Pasarela Gaudí.
Valeria es una joven bulgara de 16 años que reside en Mallorca desde hace 2 años. Mide un 1,74 cm, y sus medidas son 85-59-85. Se ha preparado en la agencia para modelos «Palm Studios» bajo la dirección de Maria Jablonsky. Un trabajo que se nota, porque cuando camina parece estar desfilando, y a la hora de posar ante las camaras se desenvuelve con perfecta soltura.
Ella tiene muy clara su vocación como modelo, «me ha gustado desde que era pequeñita», asegura, y aunque desea terminar el Bachillerato Social, que cursa en el Instituto Joan Maria Thomàs; de momento no se sabe si irá a la Universidad.
Cuando ganó el concurso «Operación Top Model» dice que se sintió «muy sorprendida y emocionada», porque aunque tenía confianza en sí misma era la primera vez se presentaba a un concurso de esta categoría. Dice que se muere de ganas por ser famosa, pero que también debe ser precavida y escuchar el sabio consejo que le dio Judith Mascó: «Hay que tomarse las cosas con calma».
Aunque le gusta Mallorca, dice que «hecho mucho de menos Bulgaria, pero no sé si podré ir este verano porque tengo que prepararme para la Pasarela Gaudí». Reconoce ser muy exigente consigo misma, «tengo que cuidar mi dieta, y ahora empezaré a hacer gimnasia», pero también sabe compensarse de vez en cuando con «un buen helado o unas patatas fritas». Valeria explica que «sigue la moda» y procura «ir siempre elegante, pero con un estilo moderno».
Nuestra protagonista sabe que muchos chicos la miran, y dice que «algunos se pasan, porque me gritan cosas por la calle», pero en general le gustan los mallorquines, a quines considera gente más abierta que los búlgaros. No tiene novio, pero está dispuesta a enamorarse, eso sí, quiere «un chico muy romántico que me escuche y me entienda y que no sea celoso», y físicamente los prefiere «morenos de ojos verdes». Lo que no le gusta es cuando «me tachan de creída sin conocerme, o no quieren relacionarse conmigo por envidia, porque yo estoy abierta a todo el mundo».
Su mayor afición es salir de compras, repasarse a fondo las tiendas de ropa palmesanas hasta dar con la prenda ideal.
Jonás Climent
Fotos: Julián Aguirre