Es decir, si algún restaurante se vio forzado a cerrar por la falta de luz, su propietario puede presentar el resultado de la caja que hizo un lunes de la semana pasada. Lo mismo ocurre con el género de carácter perecedero que pudo arruinarse por la falta de energía eléctrica. «En Restauración estamos haciendo balance, pero hay mucho, mucho enfado entre nuestros afiliados», dijo el gerente de la patronal. «En el apagón de 2000 ningún comerciante vio un duro», recordó Pau Bellinfante, presidente de Afedeco. «Por ello, la vía judicial es la más aconsejable». Las otras patronales también se mostraron favorables a presentar demandas contra GESA. Las críticas contra la compañía se sucedieron ayer. «Lo más lamentable de todo», dijo el portavoz de la Federación Hotelera de Mallorca, «es el daño sufrido por la imagen turística de Mallorca». Esa opinión fue compartida por otros empresarios. El Grupo Iberostar, por ejemplo, instaló ayer su propio grupo electrógeno para no depender de forma exclusiva del servicio de GESA.
Pere Cañellas, presidente de los hoteleros, coincidió también en manifestar su preocupación por la interrupción de la corriente eléctrica, ya que «una vez más» se produce «en pleno verano», y calculó que podría haber afectado a unos 300.000 turistas, aproximadamente. «Pedimos y deseamos que se encuentre una respuesta», dado que «la decisión es política» y «la solución es puramente técnica», así que «se trata de que los técnicos digan qué es lo mejor» para que «no vuelva a pasar una situación de este tipo», manifestó Cañellas. Expuso que el apagón afectó sobre todo a las cocinas y a los aires acondicionados de los hoteles, y «cuando una persona está de vacaciones es muy difícil dar explicaciones de que ha habido un apagón general», estimó. El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), Josep Oliver, calificó, por su parte, de «fundamental» que se resuelva de una vez por todas el tema de la energía.