Plaça de Cort. Ocho de la tarde. 32 grados a la sombra. Las banderas del Ajuntament penden inmóviles y decenas de abanicos interpretan una curiosa sinfonía de susurros.
La estampa sirve de marco para una de las primeras bodas sonadas del verano: Maximilià Morales, ex presidente del Parlament de les Illes Balears, contrae matrimonio civil con Milagros Cerdó.
Numerosas personalidades políticas acuden a la ceremonia. Entre otros están la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; Miquel Àngel Borràs, conseller de Medi Ambient del Consell; y Jeroni Albertí, ex presidente del Parlament y de Unió Mallorquina.
Cuando pasan cinco minutos de las ocho, la novia se apea de un jaguar azul marino. Radiante y algo nerviosa, saluda a los invitados. La comitiva sube las escaleras que llevan al Salón de Sesiones.
La ceremonia, conducida por Francisca Bennàssar, teniente de
alcalde de Palma, dura treinta minutos, discurso de Catalina Cirer
incluido.