Un águila y un buitre americanos, escapados en 2001 de un centro autorizado para su tenencia en Mallorca, están creando problemas a otras especies en forma de agresiones directas a ejemplares adultos, crías y huevos. Se trata de un buitre de cabeza roja, Cathartes aura, y de un águila mora, Geranoaetus melanoleucus. El GOB ha detectado la presencia del primero en los municipios de Santa Maria, Bunyola, Marratxí y norte de Palma. Aunque se trata de un carroñero, en ocasiones también se alimenta de huevos y pollos. De hecho, se le ha visto molestando a ejemplares de «milana» (Milvus milvus). El águila mora es una especie de origen sudamericano de gran envergadura (hasta 184 centímetros) y peso (hasta 3'2 kilos). Es un ave muy itinerante y ha sido observada en Magaluf, Dragonera, Formentor y Artà, aunque últimamente parece asentada en Cabrera. En esta isla se le ha visto atacando gaviotas y otras especies de aves.
Si bien estas dos aves se encontraban en un mismo centro autorizado (y, al parecer, con toda la documentación en regla), se espacaparon en fechas diferentes: el buitre, en marzo de 2001; y el águila, en agosto del mismo año. El GOB ha alertado de los problemas que puede crear la introducción de especies no autóctonas. En el caso del buitre de cabeza roja, se le atribuye el fracaso en la reproducción de una de las pocas parejas de «milana» (en peligro de extinción) que sobreviven en Mallorca. Respecto al águila, preocupan sus ataques a gaviotas y «falcons marins».
El director general de Caça i Espècies, Antoni Gómez, ha informado de que Medi Ambient realiza desde hace meses un seguimiento de los hábitos de estas dos aves para, llegado el momento oportuno y con los métodos adecuados, capturarlas vivas.