La primera «Quinzena artística» realizada en la Fundació Pilar i Joan Miró terminó ayer. A lo largo de quince días un grupo de quince niños de 8 a 14 años han participado en un taller didáctico experimental. Su trabajo ha sido guiado por los artistas italianos Federico Biancalani y Lisa Latzzarini.
«El Carnaval del Arlequín», un óleo realizado por Joan Miró en 1924, ha sido el punto de partida de su actividad creativa. No obstante, Biancalini comenta que «Miró ha sido la referencia de los niños, pero sobretodo hemos querido que ellos mismo desarrollen su imaginación».
El trabajo de los niños está localizado en una habitación de la Fundació, y ocupa la mitad del espacio, puesto que el sobrante será el que utilizarán los niños de la segunda «Quinzena artística». De momento pueden verse las obras del primer grupo: taburetes de madera personalizados como humanos, personajes de dos caras que se pliegan como acordeones y constelaciones que flotan en el aire mediante poleas. Todas ellas muy abstractas y coloridas, pero sobretodo concebidas de forma dinámica y mutable, como un ente vivo, para que los ñinos puedan jugar con ellas transformando el espacio. Ellos mismos se han encargado de ponerles divertidos nombres como «Lilet», «El fumador», «Rojillo» o «PunkiMoix». Juan Bujosa, de 11 años, dice que «he hecho muchos amigos y me encanta el rojillo que hemos hecho». Rosa Serra, de 13 años, dice que «Miró es muy guay» y se queda con el «punki-moix» que han creado. Toni Pérez destaca «haber aprendido la técnica de los ensamblajes». No cabe duda de que estos pequeños artistas se lo han pasado genial, ahora solo nos queda esperar que el tiempo les convierta en grandes figuras como lo fue Miró.
Jonás Climent