Andrés Pajares pasa por Palma fugazmente y lo hace solo. «He venido por dos motivos. Primero, para despachar con Miguel Jaume, de Trui, que es mi representante aquí, una serie de asuntos. Y, segundo, para preparar un corto que voy a hacer, que se titulará Arroz tres delicias», cuya trama un tanto intrigante se desarrollará en un entorno lésbico. A diferencia de otro corto que hice, Náufragos, en el que fui director y protagonista, en éste sólo dirigiré». El plató de rodaje será el bar NPI, que visitó anteanoche. «Ahí es donde ocurren los hechos. Hay alguien que vienen de vacaciones a Palma, que va a ahí y... bueno, pues que ahí sucede todo. Ahí se complica la historia y ahí debe de resolverse. Pasa que escribir un corto es difícil, tanto como dirigirlo, y a poca cosa que diga se descubre el invento, así que vamos a dejarlo así. Fundamentalmente trabajan tres personas y algún extra, las dueñas y algunas clientas del lugar».
Y... bueno, pues ya que estamos uno frente al otro, consumiendo los minutos que restan para que parta su avión, abordamos otros asuntos que tienen que ver con su vida privada, que entre ex mujeres, ex sirvientes, hija nueva, hijo, hija, le tienen en el candelero, cosa que a él no le gusta, al menos estar en primera línea de la información por esas cuestiones.
Pedro Prieto
Fotos: Julián Aguirre