Todavía no están en todas las marcas, pero desde ayer pueden verse en los estancos de Palma las cajas de tabaco con la nueva advertencia de «fumar puede matar». De momento sólo lo han aplicado las marcas de menos consumo, pero a partir del 30 de septiembre todas las empresas tendrán que variar su etiquetado para incorporar estas advertencias. Esta normativa se publicó por real decreto en octubre pasado y ha provocado que las empresas tabaqueras tengan que rediseñar las cajas de tabaco. Las advertencias ocuparán el 30 por ciento de la cara anterior y un 40 por ciento de la posterior de la superficie del paquete. Además, los mensajes tendrán que ir recuadrados y en letra negrita. Aparte del texto «fumar puede matar», hay otros lemas con frases duras como «fumar acorta la vida» o «fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a vuestro alrededor».
El dorso de las cajas incluirá también otros tipos de mensajes con leyendas disuasorias como «el tabaco es muy adictivo. No empiece a fumar», «el tabaco causa impotencia» o «proteja los niños: no los haga respirar humo de tabaco», entre otros.
Antoni Roig y Dolores Sarralde regentan un estanco en el Passeig del Borne de Palma y se han cogido esta medida con sentido del humor. Aseguran que «quien quiere fumar fuma, lo que tendríamos que hacer es dosificar un poco lo que fumamos. Una botella de vino no hace bien a nadie, sin embargo una copita no hace daño». Los estanqueros se muestran un tanto escépticos con estas medidas, ya que aseguran que «hace años que dicen que se prohibirá la publicidad de tabaco o que patrocinen acontecimientos deportivos, sin embargo finalmente no hacen nada». Entre los consumidores la medida tampoco ha causado grandes descalabros, pero si comentarios.