El gerente de la Productora Fruita Bona, Joan Moll, advirtió ayer de las terribles consecuencias que tendría para las explotaciones de naranjos de Mallorca que se dejara de comercializar el zumo de las Islas. Moll hizo esta advertencia dentro del contexto de la solicitud de quiebra voluntaria que ha realizado el grupo empresarial Miret, principal distribuidor del zumo de naranja de las Islas. Precisamente, en el año 2000 Miret, Fruita Bona, Agroilla y el Govern firmaron un convenio para sacar al mercado los excedentes.
Según Moll, la situación después de la bancarrota todavía no es grave porque «ya habíamos entregado la producción de este año. Hasta diciembre o en enero no estará la próxima cosecha y espero que entonces ya haya encontrado solución para Miret u otra fórmula para comercializar los excedentes». El gerente de Fruita Bona añadió que «nos encontramos en un impás, con un Govern nuevo, a la expectativa».
Según Moll, «la comercialización de excedentes a través del zumo afecta a toda la naranja de Mallorca. Estamos hablando de veinte millones de kilos de naranja y de unas 200 o 300 explotaciones, algunas de hasta 50 «cuarteadas» y otras de 500 metros. Si no se comercializan los excedentes las explotaciones no serán rentables, tendrán que abandonarse y traer naranjas de la Península, pagando el precio nacional más el transporte».