El diseño, ya sea en sus variantes de comunicación gráfica, de
interiores o de moda está totalmente integrado en nuestro día a
día.
Campañas publicitarias omnipresentes acompañadas de logotipos
rompedores inundan nuestras televisiones, calles, mentes y, en
definitiva, nuestras vidas. Las pasarelas muestran junto a diseños
imposibles e impagables, prendas de menor extravagancia.
Así, las últimas tendencias apoyadas sobre zapatos de tiralíneas marcan lo que se lleva en una sociedad que rinde un despiadado culto a la imagen. Hasta en la intimidad se cuela el diseño. Buena parte de los dormitorios, cocinas o muebles ni se distribuyen ni adoptan determinadas formas por simple casualidad, o por los designios del azar. El aprovechamiento de espacios, de la luz o la máxima comodidad determinan el cómo debe ser el dulce, o veces no tan dulce, hogar de cada uno.
p> La preparación en la Isla de los profesionales del diseño, de los inventores de lo cotidiano, corre a cargo -entre otros- de la Escuela de Diseño Blau. Son muchos los alumnos que a lo largo del año han trabajado en variados proyectos, dando así los primeros pasos en la que será su futura profesión. Es a final de curso, cuando las ideas de estos jóvenes diseñadores plasmadas sobre papel, tela o cualquier otro soporte, se exponen al público tal y como ayer tarde sucedió.Pau Cavaller