Además del portavoz del PP, Joan Huguet, sólo Maria Antònia Munar, la presidenta de UM, se quedó «tranquila» con el discurso de investidura de Jaume Matas. Munar ha firmado un pacto con él para los próximos cuatro años y su voz será hoy la única que se muestre satisfecha por su intervención de ayer en la Cámara pese a que dará pie a que aclare cuáles son sus proyectos en torno a la lengua. Munar recordó ayer que la lengua y cultura de Balears también deben ser objeto de especial protección.
Al resto de los grupos, el discurso del president no les gustó. Además de considerarlo poco concreto dejaron bien claro que tras su envoltorio de moderación y guiños a la sociedad civil, se puede ocultar un deseo claro de gobernar para los hoteleros y los empresarios y no para la sociedad civil en general. Francesc Antich, que hoy se estrenará como portavoz socialista de oposición, anticipó que su intervención será «crítica». Decir que el solo anuncio de supresión de la ecotasa ha sido positiva, le parece un chiste.
Todos los portavoces de los grupos, que van a intervenir de menor a mayor, fueron claros al señalar que hoy espearan «más» de Matas a quienes reprocharon que se limitara á a dar «por leído» el programa del PP. El discurso del candidato y la mano tendida a la sociedad civil también fue analizada por representantes de distintos colectivos sociales que acudieron a la Cámara. Al secretario general de UGT, Lorenzo Bravo, le sorprendió que «haya hecho sólo una referencia de pasada a los trabajadores». También se preguntó por qué no habló de las ongs y otros grupos.