No es sólo una manera de refrescarse, el helado también es un alimento y así lo aseguran algunos de los protagonistas de este reportaje, como Francisca, quien acompañada de sus pequeños, Marta y Pep Lluís, han elegido de postre un delicioso helado. Marta lo prefiere de chocolate y con capirucho de galleta, ya que le gusta mucho. Por el contrario, Pep Lluís lo elige de nata y en vasito que para comérselo es más cómodo.
Dani y Clio forman una joven pareja que tras almorzar ha salido a pasear y ha decidido tomarse un helado. Dani elige el de sabor a limón, puesto que es de lo más refrescante, como el de Clio, que lleva uno de Mango. Ambos lo toman en vaso porque no les gusta la galleta. Apoyada en la vitrina de una heladería de Jaume III de Palma, están Lourdes, de cinco años de edad, mirando qué helado elegir. Finalmente se decide por el de vainilla y leche condensada.
José, de cuatro años de edad, lo quiere sólo de leche condensada. Y así, durante todo el día, las heladeras no paran un solo instante de atender, sobre todo en los meses de verano, puesto que es un producto que con el calor apetece mucho, aunque la gran mayoría de las heladerías están abiertas en Mallorca durante todo el año, puesto que los helados no sólo son para el verano. En los últimos años la oferta de sabores ha aumentado y entre los más «extraños» encontramos el helado de chocolate a las siete pimientas; el de albahaca, figues seques amb tambor d'ametla, crema de Baileys, macedonia al cava, kiwi, melón, etc.
Julián Aguirre