El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra Carreras, anunció ayer en el proyecto de presentación del aeropuerto privado de Castellón, cuyo inicio de obras comenzará a finales de este año, que esta iniciativa surge con el objetivo de quitar cuota de mercado a Son Sant Joan, así como a los de Valencia y resto de infraestructuras aeroportuarias del Mediterráneo, «porque se operará con una notable reducción de costes en tasas, incrementándose la competencia y ofreciendo a las compañías aéreas espacio del que no disponen en Palma, como así se nos manifestó en su día por parte de AENA-Palma».
Fabra Carreras, que consiguió el visto bueno de la construcción del aeropuerto de Castellón del propio presidente del Gobierno, José María Aznar, ya que su casa colindaba con la de Aznar cuando veraneaba en Benicasim, indicó que la plasmación del proyecto surgió en 1996, «pero fue a raíz de unas conversaciones con los responsables de AENA-Palma lo que motivó que nos tomáramos en serio esta iniciativa, puesto que el director de Son Sant Joan nos indicó que no tenía suficiente espacio para albergar las sedes de compañías aéreas y que se ofrecía a canalizar al aeropuerto de Castellón la base de compañías extranjeras que no podían encontrar un lugar en el aeropuerto de Palma, puesto que hay limitación de suelo y espacio».
La iniciativa de la Diputación de Castellón supone romper el actual monopolio de gestión aeroportuaria español, que está bajo tutela de AENA, circunstancia que también apoya AECA, que ayer celebró en Benicasim su asamblea general para tratar entre otros temas la convocatoria de huelga de los controladores españoles durante julio y agosto.