La presencia en la República Dominicana de los presidentes de los principales grupos turísticos y hoteleros de las Islas, entre ellos Miquel Fluxá (Iberostar), Gabriel Escarrer (Sol Meliá), Simón Pedro Barceló (Barceló), Carmen Riu (RIU), Pablo Piñero (Piñero y Club Bahía Principe), así como de los máximos responsables de las cadenas Hotetur, MAC, Valentín Hoteles, ha servido para poner de manifiesto el interés existente por la hotelería balear de incrementar su presencia en el Caribe, para lo cual cuentan con el apoyo de las entidades bancarias de las Islas, entre ellas Sa Nostra, Banca March, y nacionales, caso de Bancaja, CAM, BBVA, Banco Santander y La Caixa.
Cuba, República Dominicana, México, Florida, Jamaica, Panamá, Puerto Rico, Costa Rica, Guatemala y Venezuela son los principales países que aglutinan las inversiones de hoteleros de las Islas, convirtiéndose en referencia para el resto de la hotelería mundial y conseguir el apoyo de las respectivas administraciones de estos países que han visto incrementado sus ingresos gracias al turismo y a la apuesta realizada por la hotelería balear, en cuya lista hay que sumar, entre otras, las cadenas BQ Hoteles, GHR (Globalia), Blau Hoteles, Fiesta, Renthotel, HM Hoteles.
El resultado final es que las cadenas hoteleras mallorquinas controlan en este momento el 30 por ciento de las plazas hoteleras de Cuba, República Dominicana y México. Una de las causas que explican este desembarco de la hotelería balear en el Caribe son los elevados índices de rentabilidad que se obtiene en los destinos vacacionales caribeños. Así, según el último informe de la consultora Ernst&Young, los hoteleros mallorquines están duplicando en el Caribe las ganancias que obtienen en Balears, principalmente por la reducción de costes derivados por la mano de obra y los elevados índices de ocupación que registran durante todo el año.