La editorial Documenta Balear acaba de editar «Els anys incomplets. Biografia pública de Nadal Batle (1945-1997)». Josep Maria Llaurador, licenciado en Psicología y doctor en Filosofía, ha realizado una intensa labor para captar la vida profesional del matemático, intelectual del que fuera rector de la Universitat de les Illes Balears entre en 1982 y 1995. Mañana tendrá lugar, a las 20.00 horas, una presentación de la publicación en la Fundació Sa Nostra.
«Batle no era amigo mío. Coincidimos unas cuatro o cinco veces. Nada más. Por diversas circunstancias, yo estuve 14 años en la universidad como estudiante. Allí constaté la gran proyección pública del rector. Era un personaje único para su época. Creo que ha sido tal vez la voz pública más importante de finales del siglo pasado en Mallorca». El autor recuerda: «Una vez me lo encontré en la calle y me dijo que había leído unas palabras mías. Pero me señaló que la palabra 'aconteixement' no era correcta. Debía ser 'esdeveniment'. Me quedé muy parado. Menos de un mes antes de morir, volví a coincidir con él. Hablamos de antropología. Tenía una verdadera biblioteca en la cabeza».
El también profesor de instituto remarca: «Cuando empecé el libro me propuse hacer una serie de entrevistas a amigos suyos. Y una de las preguntas que me planteé fue precisamente ésta. Pero al final, me di cuenta de que eso no tenía ninguna importancia. Batle fue Batle, con sus virtudes y sus defectos. Pero, ante todo, fue un defensor de la libertad, en todos los sentidos. Creo que polemizaba casi sin darse cuenta, sin ser consciente».
El libro está cuidadado, con una gran profesión de datos y numerosas fotografías. Para realizarlo Llauradó hizo unas 80 entrevistas. «Gracias a la colaboración de Joan Mir, pude acercarme a la gente que más lo conocía. Pero no he abordado la vertiente más intima del personaje. Sólo la vertiente pública». Pese a la brillantez atribuída a Batle, hay gente que lo criticó. Tuvo, durante su vida, bastantes detractores. «Bueno,algunos dicen que fue un buen rector los primeros cinco años. Y en cambio, los tres últimos bajó el listón. Tal vez fue porque se aburría, por desgaste. Pero no hay duda de una cosa: Nadal Batle potenció un gran crecimiento del campus que es innegable, aunque no se pueda comparar con lo que hubiese sido la universidad sin él».
Otro punto importante fue la defensa del catalán: «Tuvo claro cosas que ahora mismo algunos ponen en duda. Recuerdo aún la polémica que suscitó al hablar de bilinguismo en la universidad: catalán e inglés. Fue un hombre de ciencias muy preocupado por la lengua», señala el autor del libro.