Las viviendas del Ibavi, denostadas hasta hace bien poco, se han convertido en la única posibilidad que tienen muchos ciudadanos para poder acceder a una vivienda digna a precios razonables. Lo acreditan múltiples solicitudes diarias que tramita la oficina de esta empresa pública en demanda de una vivienda. Por cada una de las viviendas que se ofertan, la empresa recibe una media de 10 solicitudes. ¿Qué ha pasado para que pisos que antes eran rechazados tengan ahora este nivel de demanda? Hay una suma de factores que explican este cambio de actitud de los ciudadanos.
En primer lugar, está la propia valoración de los ciudadanos con respecto a las viviendas que realiza la principal promotora social de las Islas. Los pisos del Ibavi ya no son aquellos de mala calidad, con vecinos problemáticos que se conocían hace años. Ahora se utilizan calidades superiores, similares a las de un piso medio de promoción privada.
En segundo lugar, está el precio. Y eso que los pisos que hace la empresa pública no son muy baratos. Simplemente, están por debajo de mercado y se dirigen a un público muy grande que difícilmente podría pagar los 180.000 euros que puede costar una vivienda nueva. Una vivienda del Ibavi de protección oficial completamente nueva cuesta en torno a los 1.200 euros por metro cuadrado, ligeramente por debajo del precio medio de una vivienda de segunda mano en las Islas. Otra de las claves del Ibavi es su adaptación a las nuevas necesidades del mercado. La construcción de promociones enteras destinadas al alquiler es una prueba de ello. De los 2.348 pisos, en 79 promociones, que inició el Govern en la legislatura que acaba de finalizar se han destinado a alquiler 473.
Si el precio de compra es accesible, el de alquiler aún lo es más ya que van de los 120 a los 300 euros mensuales. Además, hay una serie de promociones específicas para jóvenes y para personas mayores con precios adaptados a sus necesidades. Para poder acceder a estos alquileres, se exige unos ingresos mínimos para que el adjudicatario no cree problemas a la hora de pago. El Govern tiene además un parque de unas 500 viviendas ya construidas destinadas al alquiler para las que no se exige ingresos mínimos cuando quedan vacías. Estas ventajas han hecho que más de un ciudadano haya pasado toda la noche a las puertas de la oficina para ser el primero en presentar la solicitud para acceder a una vivienda.