J.M.S. / M.F. /LL.P. /J.M.
Los representantes políticos de los diferentes municipios, sobre
todo dirigentes de PSM y UM, critican «el consumo de territorio»
que supondrá el nuevo plan de carreteras y coinciden en señalar que
«no solucionará los problemas existentes de colapso y seguridad»
que padece la carretera de Manacor, una vía que todos consideran
que «se ha dejado de lado».
El edil del Ajuntament de Petra, Tomeu Gual (PSM) no quiere ni oír hablar de autovía porque «a nosotros nos consumirá mucho terreno». Por su parte, el alcalde de Vilafranca, Jaume Sansó (PSM) fue tajante: «Este acuerdo proviene de la nueva situación del pacto PP-UM. Creo que han perdido los papeles, ya que esta solución es sólo para contentar a los dos partidos». El alcalde de Porreres, Joan Sastre (UM), reclama «un desdoblamiento de la carretera de Manacor». En la misma línea, el edil de sa Pobla, Joan Comas (UM) sostiene que «siempre hemos querido un desdoblamiento una autopista destruye fincas». El batle electo de Sineu, Josep Oliver (UM) está de acuerdo con el proyecto siempre que «no consuma territorio y no sea una autopista».
Los alcaldes de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), y Sant Llorenç (GISC), Mateu Puigròs, coinciden en señalar que, para la comarca del Llevant, tener que ir a Palma en dirección a Inca «prolongará el trayecto». En el otro extremo están los alcaldes del PP. El de sa Pobla, Jaume Font celebró que «lo que se ha aprobado es lo que pedimos hace ya 4 años, es decir, una autovía sobre el mismo territorio». El primer edil de Campos, Andreu Prohens (PP) explicó por su parte que «me parece bien que la autopista llegue hasta Llucmajor pero creo que no debemos cerrar las puertas a que dentro de unos años llegue hasta Campos».