La Federación Hotelera de Mallorca prevé que durante este invierno abrán un 20 por ciento de hoteles menos que en la temporada invernal 2002-2003, lo que en opinión de su presidente Pere Cañellas, «no es más que el fiel reflejo de que el proceso desestacionalizador no existe y que cada vez los hoteles abren más tarde y cierran más pronto, con el consiguiente efecto a nivel laboral y económico».
Los touroperadores TUI y Thomas Cook, en este sentido, prevén un bajón de turistas similar al del pasado invierno, en torno a un 30 por ciento por los bajos niveles de ventas de reservas, principalmente en el mercado alemán, «que está parado, lo cual hará que este invierno será el peor de los últimos diez años en la Isla», según apuntaban ayer fuentes ambos grupos turísticos.
Cañellas, por su parte, indica que este invierno «la imagen de una Mallorca con la oferta hotelera cerrada no es descabellada, porque la contratación con los touroperadores no hace más que reflejar la situación de debilidad de los mercados, de ahí las reducciones de cupos, incrementos cero de precios y reducciones de los mismos en los pocos contratos en garantía que quedan. Es la respuesta lógica a una temporada invernal 2002-2003 pésima en todos los sentidos».