El pino de sa Pedrera es desde ayer un recuerdo nostálgico más en El Terreno. Las implacables sierras mecánicas acabaron en unos minutos con sus largos años de entrañable presencia sentimental en el barrio. La construcción de un cercano bloque de viviendas ha determinado su desaparición pese a encontrarse en plena via pública.
Atónito ante la tala, el presidente de la Associació de Veïns «Bellver», Angel Domenech, manifestó ayer su indignación ante esta acción que calificó de «barbaridad, atentado ecológico y una verguerza contra el patrimonio paisajístico». Se da la circunstancia de que el árbol, pese a su interesante morfología, no estaba catalogado y la empresa constructora contaba con la correspondiente licencia municipal para arrancarlo. No obstante, la policía realizó ayer un informe en el lugar al no haberse presentado la autorización correspondiente por parte de Parcs i Jardins.
Por su parte, el GOB cursó el pasado día 12 una petición a Cort para solicitar la protección del árbol «en función de su valor paisajístico, sentimental y ambiental», indicando que «una construcción privada no puede justificar la tala si el árbol se halla en la calle». Asimismo, el Ajuntament solicitó a la constructora la preservación del ejemplar, aún cuando su eliminación se preveía en el proyecto aprobado por el consistorio.