La recoleta playita de Cala Estancia se ha quedado sin bandera azul, símbolo de calidad. Si alguien, como hicimos nosotros ayer, se acerca y pregunta a quienes tienen negocios allí -restaurantes, souvenirs, bares, etc.-, puede que le respondan que no tienen idea ni de lo uno ni de lo otro. Ni sabían que la playa tenía esa bandera, «pues nunca la hemos visto», ni que la hubieran retirado. Sin embargo, para muchos de los que trabajan allí «es justo que la hayan retirado». Porque, vean.
Salvo el restaurador José Muñoz, que considera que la playa hay días que no está limpia, «vean, si no -lo señala- ese montón de algas que hay ahí», el resto de encuestados opina lo contrario, que el playero tiene el lugar lo más decente que puede. En cambio, al igual que éstos, Muñoz considera que a la playa le faltan servicios. «La están reformando y sin embargo -apunta Fermín Sierra, de la pizzería Sorrento- parece que no pondrán ni duchas, ni urinarios, por lo que los que están en la playa seguirán viniendo a los bares y restaurantes cuando tengan necesidades. Nosotros, por lo pronto, hemos puesto un candado en la puerta».
Ni a Valery, una inglesa que está al frente de un souvenir, ni al también británico, Adrián, del restaurante Mels, les preocupa mucho que hayan retirado la bandera, entre otras cosas porque desconocían que la playa la tuviera y porque sus clientes no los visitan por ninguna bandera.
Pedro Prieto
Foto: Julián Aguirre