FELIP OLIVA
La Cruz Roja Juventud de Balears atendió a un total de 2.116
jóvenes isleños durante 2002 a través de los programas de inclusión
social, formación y educación para la salud que desarrolló la
entidad. Así lo aseguró ayer la nueva directora autonómica de la
institución, Margalida Adrover, acompañada por la coordinadora,
Catiana Rosselló, en la presentación de la memoria correspondiente
a 2002. Adrover, que sustituye en el cargo a Esmeralda Fresneda,
explicó que las actuaciones que realizó la Cruz Roja estuvieron
enfocadas a aspectos como la intervención y la inclusión social, la
promoción y la educación para la salud, y la educación en el
desarrollo y la cooperación internacional, así como en la formación
y la participación en actividades de ocio.
Así, los talleres de educación para la salud, que se impartieron a unos 600 jóvenes de Mallorca y Eivissa en los centros educativos, pretenden fomentar la adopción de hábitos y conductas saludables y promover actitudes de responsabilidad en temas como la sexualidad, el sida, los hábitos nocivos y la anorexia y la bulimia. En cuanto a las campañas de sensibilización sobre el sida y las de educación ambiental, fueron dirigidas a la población en general.
Por su parte, Rosselló destacó la buena acogida del programa de prevención de conductas violentas, en el cual participaron 272 jóvenes, y que sirve para educar a los jóvenes en la resolución de conflictos sin recurrir a la violencia. Cruz Roja desarrolló igualmente el taller «puertas abiertas», dirigido a niños y niñas de entre 12 y 14 años de Primaria y Secundaria, que tiene como objetivo prevenir actitudes y hábitos nocivos para la salud, fomentando el uso positivo del tiempo libre.