El propio Jaume Matas confirmó que tenía el apoyo de su ejecutiva «para iniciar contactos con UM porque es el partido más afín al nuestro». Sin embargo, Matas no quiere hablar de reparto de sillas «porque ha quedado demostrado que es un gran error». «Queremos pactar un programa, no instituciones ni cargos; los ciudadanos es lo que esperan de nosotros», planteó el futuro president del Govern. La reunión de la ejecutiva del PP se convirtió en un nuevo escenario para vivir la euforia tras las elecciones autonómicas. Pere Palau fue ovacionado por sus compañeros, al igual que José María Rodríguez, secretario general del PP, quien no pudo asistir a la reunión.
A la hora de analizar la victoria electoral, Matas admitió que «las elecciones las pierde el gobierno» y rechazó dar su opinión sobre la crisis interna que viven en estos momentos PSM y PSOE tras perder el poder en el Govern. «Quiero ser respetuoso con estos partidos», dijo Matas, quien tampoco quiso contestar a Francesc Antich por haberle acusado de arrodillarse ante los hoteleros. «No entro en este debate ni en insultos. Deben entenderlo», recalcó el futuro president del Govern.
El presidente del PP balear explicó que todavía es muy pronto para ofrecer detalles sobre su próximo gobierno ya que, según reconoció, primero debe constituirse el Parlament. «Sería precipitado hablar de la formación del Govern cuando aún no se ha constituido la Cámara», precisó Matas. El futuro president del Ejecutivo balear dejó claro, además, que en su gabinete habrá representantes de Menorca y Eivissa-Formentera, una tradición que ya impuso Cañellas en la primera legislatura.
A la hora de analizar los acuerdos municipales, Matas dejó claro que las juntas locales tendrán libertad para sellar pactos, aunque también rechazó la posibilidad de gobernar en Andratx con los socialistas. «Yo no soy partidario de un pacto con el PSOE», subrayó. El futuro president del Govern también rechazó alcanzar un acuerdo con el PSM para gobernar en el Consell de Menorca.