Nadie en el PP balear se salió ayer del guión y las indicaciones de Jaume Matas, futuro president del Govern, se cumplieron a rajatabla: tras la euforia de la madrugada anterior en una discoteca de Palma, nada parecía indicar ayer en la sede popular que el Partido Popular se prepare para gobernar Balears con mayoría absoluta.
Todos los cargos y dirigentes consultados por este periódico coincidieron en que no había que precipitarse, que será Matas quien marcará los tempos del relevo y que «no se prepara un asalto a la Bastilla». Será el propio Matas quien establezca el calendario, decida qué entrevistas concede, a qué personas llama y que tipo de pacto ofrece a UM. Estos dirigentes, incluso antiguos críticos, admiten que el presidente regional y futuro president del Govern ha cumplido con creces el encargo recibido por Aznar y qué tendrá toda la colaboración de Madrid.
Jaume Matas dedicó la mayor parte de la mañana a atender a medios nacionales y a reunirse en la sede del PP con el que ha sido director de su campaña, Rodrigo de Santos, al que algunos sitúan en la Conselleria de Sanitat. De Santos y Matas repasaron los pasos a dar. Algunos asesores se sumaron a la reunión pero con la consigna de que no trascendiera nada. Matas va a aplicar el sistema que a Aznar le ha dado tanto éxito a la hora de elegir sus colaboradores: la sorpresa.