El dirigente socialista, en su segunda visita a Balears durante esta campaña que hoy termina, elogió el carácter «reivindicativo» de Francesc Antich y destacó de él que «antes que secretario general socialista es presidente de Balears». En este sentido, Zapatero cumplió perfectamente con el objetivo prioritario de su visita: dejar claro que Antich cuenta con el apoyo de la dirección estatal y que la experiencia de pacto múltiple que funciona en las Islas desde 1999 no sólo no es rechazada por Madrid sino que es compartida.
Zapatero fue incluso más allá. Además de animar a Antich a seguir con su carácter reivindicativo incluso si él es presidente del Gobierno de España, también mostró su apoyo a la fórmula electoral de Eivissa-Formentera donde los socialistas forman parte de una candidatura unitaria. «Acabo de llegar de Menorca donde he estado apoyando a mis compañeros del PSOE y desde aquí quiero aprovechar para trasladar mi mensaje de apoyo a los de Eivissa y Formentera», afirmó. Uno de los argumentos favoritos de la campaña del PP, además de insistir en que estos años de pacto han sido negativos para la economía de las Islas, es poner en duda el papel de Antich en el PSOE y contraponer su política «radical» a la «más moderada» del secretario general socialista.
Ayer los socialistas intentaron desmontar esa teoría. Todo fueron elogios de Zapatero al modelo balear, apoyo a la ecotasa incluido. Pero además expuso la visión que tenía sobre España -plural, con un papel relevante a las autonomías- y envió un mensaje tranquilizador a quienes todavía pueden identificar al PSOE con el intervencionismo en la economía. «Mi modelo es el de la economía de libre mercado», dijo rotundo para defender la competencia y rechazar los monopolios. Previamente había intervenido el president quien explicó que los socialistas llegaban a la campaña «con los deberes hechos», recordó las trabas puestas desde la Administración Central a los proyectos del Govern y vinculó, como ya hiciera en la entrevista que ayer publicaba este diario, al PP con la defensa