La fiesta de Santa Rita, abogada de las causas imposibles, se celebró ayer en Palma con una masiva asistencia de fieles al templo del Socors. Este año se accedió al templo por el portal de la calle Socors para despejar la entrada del colegio en la calle Enric Mateu Lladó desde donde también se accede lateralmente al templo y se instalan las mesas con los recuerdos de la santa. Las cuatro misas celebradas ayer por la mañana se vieron sumamente concurridas por los fieles.
Pero dónde de verdad se notaba el sereno y respetuoso trajín era en la capilla del Sagrado Corazón, donde la imagen de Santa Rita presidía rodeada de innumerables ramos y centros florales, pasando frente a ella cientos de fieles. Consultadas algunas personas destacaron que venían por tradición, para pedirle gracias y agradecer favores, además de otras que pedían su intersección porque tenían próximos algún examen. Al igual que el pasado año, no se vendieron y por ello no pudieron depositarse, las velas de cera que tanto animaban la festividad, y tuvieron que hacerlo a través de los lampadarios de velas electrónicas. El padre agustino y rector del Socors, Baltasar Ramis Cantarellas, señaló que «el motivo de eliminar las velas de cera es debido a que la cúpula está en proyecto de restauración».
El padre Ramis subrayó que «la devoción de Mallorca entera a Santa Rita es comparable a la de La Sang. Es un fenómeno religioso-social admirable. La gente sabe la fecha y por tanto acude a la cita sin que la santa se haga propaganda. En cuanto a la misa solemne de la tarde, justamente el obispo de Mallorca, Teodor Ubeda en paz descanse, había aceptado presidirla».
Amalia Estabén