La campana Maria Bernarda se colgó ayer de nuevo en el campanario de la iglesia de Sant Pere i Sant Pau de Algaida, después de ser soldada en un taller de Alemania. «También ha sido limpiada por completo y lo mejor de todo es que suena como el primer día», explicó uno de los técnicos que ayer por la mañana se encargaron de colocarla en el campanario. La campana data de 1834 y pesa unos 500 kilos. A finales de febrero, la empresa valenciana «2001 Técnica y Artesanía» que se dedica a restaurar campanas, torres y relojes, se llevó la campana hacia Valencia. Allí se limpió y se contrapesó «y quedó como nueva». El problema es que tenía una grieta vertical de unos 70 centímetros y «sonaba como una perola rota, pero como tiene más de 100 años y está protegida por la Ley de Patrimonio no se podía fundir para hacer una nueva». La única solución era enviarla a Nördlingen, donde está el único taller que se dedica a soldar campanas. De este modo la campana de Algaida no ha perdido su antigüedad y «conserva su sonido original». Entre viajes, grúas y mano de obra, la reparación de la campana Maria Bernarda, la segunda más grande de las cuatro que hay en el campanario de la iglesia de Sant Pere i Sant Pau, ha costado 7.000 euros.
Los técnicos de la empresa valenciana se llevaron ayer tres
campanas pequeñas de la iglesia de Santa Margalida para
restaurarlas y también piezas de madera del campanario de
Banyalbufar. «Estas piezas no hay que llevarlas a Alemania, van a
nuestro taller de Valencia y dentro de poco las traeremos como
nuevas», explicaron. De momento, la campana Maria Bernarda de
Algaida «es la única que ha salido de Mallorca para ser
restaurada», agregaron los técnicos que dedujeron que «debe tener
este nombre por la persona que la donó. Por lo general, las
campanas tienen nombre de santos y la más grande del campanario
suele llamarse como el titular de la parroquia, pero este caso es
diferente».
Guillem Picó