La música es una de esas cosas en la vida que cuando se descubren
crean adicción. Para aquellas personas que sienten verdadera
pasión, no sólo es una forma constructiva en la que invertir el
tiempo libre, sino una manera particular de entender el
mundo.
Es por ello que cuarenta y tres chicas cuyas edades están
comprendidas entre los catorce y los dieciocho años, sacrifican las
tardes de los viernes para acudir a los ensayos de la Coral Juvenil
de Joventuts Musicals de Palma.
Esta coral, filial de la coral de la Universitat, y que cuenta
también con un grupo de 8 a 10 años y de otro de 11 a 13; posee un
repertorio variado que abarca desde piezas populares de dentro y
fuera de las Islas hasta bandas sonoras de películas.
Concepción Oliver, directora de la coral, y Pilar Riera, técnica
vocal, tienen claro lo que quieren conseguir de sus pupilas, «que
canten con rigor sin que dañen sus cuerdas vocales, además de usar
correctamente la voz para conseguir un timbre homogéneo; todo ello
sin olvidarse de la diversión». Para ello semana a semana, ensayan
partituras una y otra vez hasta conseguir dominar a estas voces
blancas que procuran dar lo mejor de sí mismas.
Tener conocimientos musicales no es un requisito indispensable para
formar parte de este grupo de féminas que adora la música; lo único
que se necesita es «tener disciplina, voluntad de aprender, leer un
poco e intentar afinar».
Toda esta dedicación se pone de manifiesto cuando suben al
escenario e interpretan ante cientos de personas sus piezas
favoritas; la última vez en Torrevieja, en el Certamen de
Habaneras. También hacen acto de presencia en Semana Santa, junto
al Orfeó Català, con «La Pasión según San Mateo», y en diciembre,
con su tradicional «Concierto de Navidad».
La próxima actuación será por una causa justa: el día 23 de mayo a
las 20:00 horas llevarán a cabo un concierto benéfico en la Escola
en Pau San Felipe Neri, cuyos beneficios serán destinados a
distintas organizaciones no gubernamentales.
Irene M. Pery