El PP ha vuelto a «resucitar» el conflicto lingüístico. El programa electoral con el que Jaume Matas se presenta a las elecciones se pronuncia claramente a favor del uso de las modalidades lingüísticas y propone bajar el nivel del catalán para entrar en la Administración autonómica. «Los poderes públicos deben garantizar la cooficialidad lingüística, incluida la protección de las modalidades insulares de la lengua propia. Deben también respetar la libertad de lengua y favorecer la libre elección lingüística del ciudadano porque las lenguas no se imponen por decisión política sino por convencimiento y arraigo social. Esta libertad de lengua se manifiesta como un derecho de opción, una facultad de escoger una u otra lengua oficial, derecho que no puede verse mermado, impedido o condicionado por un Gobierno que pretenda instaurar una educación monolïngue». De esta forma, el PP plantea abiertamente su opción lingüística, una posición muy alejada de la política que realizó el propio Matas cuando era presidente del Govern. «Matas quiere resucitar fantasmas del pasado con sus propuestas lingüísticas», ha replicado el candidato autonómico del PSM, Pere Sampol, al conocer las propuestas de Matas.
Precisamente, el PSM se sitúa en el otro extremo del PP en política lingüística. El programa electoral de la formación nacionalista apuesta por mantener la línea de actuación desarrollada por la Conselleria d'Educació a lo largo de esta legislatura y aumentar el nivel de exigencia para los funcionarios que deseen promocionar en la Administración autonómica. El PP, en cambio, cree que para algunos puestos de trabajo en la Comunitat no hace falta saber catalán. «La definición de lengua propia no debe servir como argumento para la discriminación o vía de privilegio para unos ciudadanos. Hacerlo, ampararlo o consentirlo es caer en el sectarismo por el uso perverso del concepto», plantea el programa electoral.
El PP, en la misma línea que la Agrupación Social Independiente y Clau de Mallorca, aborda una cuestión que, en la mayoría de los partidos, ni siquiera forma parte de los programas electorales de los aspirantes a obtener escaño en el Parlament. El PSOE propone desarrollar la actual Ley de Normalización Lingüística, Esquerra Unida-Els Verds aboga por convertir el catalán en la lengua vehicular de los colegios, mientras Unió Mallorquina evita cualquier polémica y ni siquiera propone un programa específico en materia lingüística.