La jueza sustituta del Juzgado Contencioso-Administrativo número 2 de Palma, María del Carmen de Vivero, ordenó a Cort a que resolviera la paralización o clausura cautelar de la sala de fiestas de la Platja de Palma, Oberbayern-Regines, y no el cierre, como erróneamente publicó ayer este diario. La discoteca ya tiene licencia de funcionamiento, ya que el Ajuntament de Palma se la concedió tras reiterar que en el expediente «no hay constancia de que incumpla las normativas».
La Asociación para la Defensa y Mejora del Medio Ambiente y Calidad de Vida en la Platja de Palma (Asocavi) había reclamado su derecho a la tutela judicial efectiva por inactividad municipal al no resolver la solicitud de cierre de la sala de fiestas que, según esa asociación, «se ejerce sin contar con la preceptiva licencia de apertura y funcionamiento». Según el Ajuntament, «en el expediente no hay constancia de que las instalaciones incumplan la normativa vigente aplicable, ya que el técnico de la propiedad certifica que aquéllas se ajustan a la normativa y reglamentación técnica que le son de aplicación y se encuentran completamente terminadas y dispuestas para prestar servicio».
Y añade: «Las instalaciones cumplen con las condiciones de seguridad e higiene exigidas por el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, certificando igualmente que el aislamiento acústico del local es suficiente, de acuerdo a las ordenanzas municipales. Estas afirmaciones no son rebatidas por los técnicos municipales y, por tanto, no hay motivo para dudar de su veracidad».