Estamos metidos de lleno en la precampaña electoral para las municipales y autonómicas del día 25 y ya se adelantan contenidos de las promesas de las generales de 2004. Todavía queda un año, pero ya puestos en faena, los socialistas, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, se han comprometido a desarrollar plenamente el Régimen Especial de Balears si consiguen alcanzar la Moncloa. Aunque el REB fue aprobado hace cinco años con los votos de PP y PSOE, lo cierto es que desde el Partido Popular se han mostrado siempre un poco reacios a aplicar con todas sus consecuencias la ley que compensa a las Islas por su condición de insularidad. De ahí la satisfacción del president Francesc Antich ante la promesa de Zapatero, pues considera que muchos de los problemas que ahora sufrimos podrían paliarse simplemente con aplicar los 32 artículos que componen esta normativa.
Tabién ahora el PSM impone sus condiciones a la hora de reeditar el Pacte de Progrés, si obviamente se dan las circunstancias electorales adecuadas tras el 25-M. Y, como nacionalistas que son, piden más autonomía y mayor financiación por parte del Estado. Lógico si pensamos que Balears padece un déficit fiscal cercano a los dos mil millones de euros anuales.
Pero el PSM va más allá y plantea cuestiones tabú para el Gobierno central, como son un concierto económico al estilo vasco, policía autonómica y competencias en prisiones, puertos y aeropuertos. El PSM es consciente de que no lo conseguirá todo y que, descartado cualquier pacto con el PP, su único interlocutor válido es el PSOE. ¿Hasta dónde será capaz el PSM de imponer sus condiciones? De cualquier modo, bienvenidas sean estas propuestas para seguir avanzando en el autogobierno, pero no olvidemos que todo dependerá de lo que ocurra el próximo 25 de mayo.