En el pleno extraordinario celebrado ayer en Cort se aprobó, con los votos favorables del PP y los negativos del PSIB-PSOE, el PSM-EN y EU-EV, el modo en que se distribuirá el superávit de los presupuestos de 2002 entre las distintas concejalías. Cabe recordar que el remanente definitivo de Cort ascendió a 19 millones de euros el pasado año, si bien 11 millones de euros de dicho superávit están ya comprometidos para gastos ya previstos previamente, por lo que en términos reales el Consistorio dispone de ocho millones de euros para distribuirlos entre sus departamentos y empresas municipales. El presupuesto de 2002 ascendió a 391 millones de euros.
El superávit ha sido posible gracias a que se ha recaudado más de lo previsto en el Impuesto de Bienes Inmuebles, con 3 millones de euros; en circulación, con 2'3 millones de euros; en licencias urbanísticas, con 2'2 millones de euros; en el Impuesto de Actividades Económicas, con 1'5 millones de euros; o en los tributos del Estado, con 1'7 millones de euros. Cort también dejó de gastar por intereses bancarios 1'7 millones de euros. Por contra, tuvo menos ingresos de lo previsto en plusvalías, con dos millones de euros; en multas urbanísticas, con 1'4 millones de euros; o en la ORA, con casi un millón de euros.
De los citados 19 millones de euros de remanente, 16'7 millones pertenecen al presupuesto propio de Cort, y se distribuirán principalmente entre la Regidoria d'Urbanisme, con 7'2 millones de euros, y la de Manteniment, con 4'3 millones de euros. Por lo que respecta a las empresas públicas, que suponen los 2'3 millones de euros restantes, todas ellas obtuvieron superávit, con la excepción del Institut Municipal de l'Esport, con un déficit de 203.340 euros. El teniente de alcalde de Hisenda, Pedro Àlvarez, indicó que el superávit cabía atribuirlo «a la buena gestión municipal». «Gracias a ello, el presupuesto de 2003 se verá incrementado con nuevos fondos», destacó.