«Desde el primer momento teníamos claro que la terminal interislas debería contar con una estructura acristalada. La voluntad de la dirección de AENA-Palma estaba clara y muy acertada desde el principio. Su diseño se fue trazando de forma natural y aplicamos un concepto de luz y visión con el claro objetivo de abrir la terminal a luz norte de la Serra de Tramontana», afirmaba ayer el arquitecto diseñador de la nueva terminal interislas del aeropuerto de Son Sant Joan, Bernardí Isern. El arquitecto afirma que tanto él como Antonio Forteza, que también ha participado en el proyecto, «queríamos hacer un edificio especial, estilo a una plaza cubierta, pero abierta al aeropuerto. El edificio, tal y como está concebido, actúa como un regulador en la relación entre el pasajero y el aeropuerto y con un claro objetivo de dar un servicio ágil al pasajero de los vuelos interislas al reducirse los trayectos de acceso a la terminal».
Bajo esta concepción, los pasajeros pueden acceder ahora desde la planta de facturación a esta terminal en algo menos de cinco minutos, con lo que se mejora de forma sustancial la calidad del servicio aeroportuario. «Se ha solventado una necesidad que había en el aeropuerto, de ahí que AENA está orgullosa de la obra realizada y de la aceptación de los pasajeros. Ahora no funciona como se pensó en su día, pero en un futuro, cuando esté preparada la plataforma, podrán los pasajeros acceder desde las puerta de embarque a los aviones. El edificio, como tal, está pensado para las distancias cortas y con la mayor eliminación de trámites para acceder a las puertas de embarque», puntualiza Isern. Preguntado sobre qué opinaba sobre la obra de Pere Nicolau, que diseño el edificio terminal de Son Sant Joan, comentó: «Cualquier comparación entre la terminal interislas y el edificio terminal no tiene sentido. Uno cumple unas necesidades muy concretas y el interislas, tal y como ha sido diseñado, otras muy diferentes. La terminal interislas no establece un diálogo con el edificio terminal, sino como edificio perimetral al cual acceden los pasajeros de una forma tranquila y sosegada viendo las tripas del aeropuerto».