Numerosos estudiantes de Palma -entre 700 y 1.000 según la policía y 3.000 para la organización- volvieron a tomar ayer las calles del centro para protestar contra «la cultura de la guerra». Convocada por el Sindicat d'Estudiantes y la CGT, la movilización contó con el apoyo de representantes de CCOO, UGT y Stei. Para todo ellos, «el no a la guerra tiene ahora más sentido y está más vigente que nunca», pues tras el presumible fin de la acción armada, llega el momento de la «ofensiva ideológica, económica y política», según definió el secretario general de CCOO, Josep Benedicto.
Tras concentrarse en la plaza del Tubo, la marcha enfiló las Avenidas, hasta llegar a Sant Miquel y recorrió Oms, la Rambla y es Born hasta la Delegación del Gobierno. De ahí, subió por la calle Conqueridor, donde los manifestantes se escindieron, pues mientras el grueso de la marcha se encaminó a la Plaça Major, punto final de la protesta, un reducido grupo de jóvenes, en su mayoría de la Coordinadora d'Estudiants del Països Catalans, se dirigió a la sede del PP, donde arrojaron algunos huevos y corearon lemas en contra de la postura del Gobierno español y de los populares en el conflicto de Irak.
Al filo de las 14.00 horas, los organizadores dieron por finalizada esta acción de protesta y los manifestantes se disolvieron de forma pacífica -tal como transcurrió toda la marcha-, y sin incidentes reseñables.