El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, afirmó ayer en el acto de inauguración de la nueva terminal interislas en Son Sant Joan que «la obra realizada dará un servicio de más calidad a los usuarios por ser más funcional». Esta nueva terminal, que ha costado 3,8 millones de euros, permitirá a los pasajeros de los vuelos interislas, así como en una segunda fase a los que vuelen a Valencia y Barcelona, poder acceder desde la planta de facturación a la zona de embarque en menos de cinco minutos, frente a los quince o veinte actuales. Blanco, que no quiso criticar ni realizar comentario alguno sobre el diseño del edificio terminal obra del arquitecto Pere Nicolau, simplemente dijo: «No es hora de hacer críticas sobre obras realizadas. El aeropuerto ha crecido y tiene que dar un servicio especializado, de ahí que tenemos que felicitarnos de la inauguración de esta terminal».
El nuevo edificio terminal interislas comenzará a ser utilizado a partir de hoy, aunque tardará un tiempo en funcionar plenamente, porque falta construir la plataforma que permitirá estacionar a los aviones. Hasta esa fecha, los pasajeros serán conducidos a los aviones en «jardineras». El acto de inauguración contó con la presencia del conseller Francesc Quetglas, la presidenta del CIM, Maria Antònia Munar, así como el delegado de Gobierno, Miquel Ramis, representantes de Cort y de compañías aéreas y operadores turísticos.
Tras inaugurar el nuevo edificio, las autoridades estrenaron también el nuevo centro de formación y contingencia ATS (servicios de tráfico aéreo). Este nuevo espacio, en el que se han invertido casi doce millones de euros, estará destinado, en un principio, a la formación de controladores de nuevos procedimientos y la obtención de habilitaciones. Compañías aéreas y Govern valoraban ayer de forma positiva la puesta en marcha de la terminal, que fue demandada por el sector aeronáutico en su día.