Quienes vieron ayer a Carme Feliu, concejala de Cultura de Cort, no daban crédito a su inmejorable aspecto. Nadie diría que el pasado mes se debatía entre la vida y la muerte. Carme visitó el Ajuntament, donde durante unos minutos saludó al equipo de gobierno, a la oposición y posó para las fotos.
Carme, que se encuentra de baja médica, llegó a Cort procedente de la clínica, donde había hecho sus ejercicios de rehabilitación, acompañada por su padre, Sinto Feliu, testigo de los constantes saludos que recibía. Como el del alcalde Joan Fageda, que le dio un montón de besos y abrazos y a quien se le escapó una lágrima de emoción. O el de Catalina Cirer, con quien se encontró en la puerta de Cort. El equipo de gobierno se hallaba reunido en la sala de juntas de alcaldía. «Sientate en tu silla, que estos días no la ha ocupado nadie», le comentaron entre risas. La concejala explicó: «Me siento super feliz de ver a mis compañeros y lo que tengo son ganas de incorporarme». Disciplinada, dijo que hoy acudiría al acto del PP en el Conservatorio y en cuanto a su futuro político apuntó: «Haré lo que diga el partido». Carme recibió abrazos muy cariñosos de Catalina Thomàs, de EU; Ferran Trujillo, de UM; Gabriel Barceló y Maria Costa, del PSM, a los que explicó cómo no recordaba nada de lo sucedido. Con una amigable fotografía celebraron su feliz recuperación.