Los alumnos del colegio Sant Vicenç de Paül pudieron disfrutar ayer tarde de su tradicional Diada Deportiva, en la cual participan desde hace más de once años los alumnos de los cursos comprendidos entre los primeros cursos de Infantil y 4º de ESO. Esta diada, que en sus orígenes se concibió como unas mini-olimpiadas, y que poco a poco fue variando su enfoque para evitar competitividad y discriminaciones, tiene como finalidad que los pequeños aprendan a colaborar entre ellos para lograr un fin común, o lo que es lo mismo, fomentar el «trabajo en equipo».
La celebración deportiva se inició a las 14.00 horas, con una concentración en el patio del centro educativo, desde el cual partieron a pie, por la vía pública, acompañados por sus monitores y por algunos padres que prestaron su ayuda, hasta el Polideportivo de San Fernando, escoltados durante todo el trayecto por efectivos de la Policía Local. Una vez allí, la fiesta se hizo la protagonista, cuando los más pequeños, los de infantil de 3 años, recorrieron una serie de circuitos adaptados a su edad, que debían superar si querían salir victoriosos. Pero no fueron estos los únicos que tuvieron que salvar obstáculos, pues se había previsto la misma actividad, pero con diferentes dificultades, según la edad para los alumnos hasta 6º de Primaria.
Los más mayores jugaron sendos partidos de baloncesto y voleibol, en los cuales además de ejercitarse disfrutaron de la experiencia de sentirse parte de un equipo. Durante toda la jornada, los aproximadamente 360 alumnos que participaron contaron con la ayuda de los padres para evitar posibles incidentes y para que la organización del mismo saliera a pedir de boca. Ya por la tarde, sobre las 16.30, se procedió a la entrega de regalos a los participantes, algunos de firmas patrocinadoras y otros obsequio de empresas como Ultima Hora. El acto se prolongó hasta las 17.00 horas, cuando se dio por clausurado el evento; hasta el año que viene.
Irene M. Pery