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El importe de las hipotecas aumenta un 25% en Balears y alcanza 2.866 millones

El número de operaciones aumentó un 14,05% por el incremento en la construcción de viviendas y las refinanciaciones

Bartolomé Estelrich, Pedro Ferrá y Manuel Gómez solicitaron ayer al Govern que clarifique ya el modelo económico que quiere impulsar en las Islas.

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Bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito constituyeron durante el año pasado un total de 27.573 hipotecas en Balears por valor de 2.866 millones de euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística, lo que supone aumentos del 14'05 por ciento y del 24'25 por ciento, respectivamente, en relación al año anterior, derivados del aumento en la finalización de viviendas, los bajos tipos de interés, el incremento de las operaciones de refinanciación y el aumento de los precios. El importe medio de cada operación se situó en 103.960 euros, un 8'95 por ciento más que en 2001. Según datos aportados por el Departamento de Economía de la patronal CAEB, en el año 2002 se finalizaron en Balears un 1'8 por ciento más de viviendas que en 2001, fruto de los proyectos inicidados antes de la entrada en vigor de las normas cautelares. La mayoría de estas viviendas acabaron generando operaciones de préstamo hipotecario en el momento en que se vendieron y se escrituraron.

Por otra parte, los notarios y las entidades financieras que operan en Balears han detectado un incremento en las operaciones de refinanciación, es decir, la constitución de nuevos préstamos amortizando simultáneamente hipotecas en vigor y préstamos personales, con el objetivo de ampliar el plazo de amortización y reducir la carga financiera mensual. Estas refinanciaciones, según afirma el responsable de Economía de CAEB, Vicenç Tur, explican buena parte del diferencial entre el número de viviendas finalizadas (+1'8%) y el número de operaciones suscritas (+14'05 por ciento). Además, la subida en el importe medio de los préstamos suscritos durante el año pasado (8'95 por ciento) pone de manifiesto que todavía persiste una presión al alza en el precio de la vivienda. De hecho, los datos del Ministerio de Fomento constatan que el precio medio del metro cuadrado nuevo construido en 2002 aumentó un 12'21 por ciento en relación a la media de 2001.

Por otra parte, la Asociación de Constructores de Balears recordó ayer que el número de visados en el Colegio de Arquitectos de Balears se redujo durante el año pasado en un 28'69 por ciento, y advirtieron que la paralización del sector, una vez terminadas las licencias concedidas con anterioridad a la entrada en vigor de las normas cautelares, se hará plenamente patente a partir de septiembre. La patronal, además, afirma que se han perdido 2.175 puestos de trabajo en el Archipiélago que se derivan del diferencial de 500 trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en el mes de febrero de 2003 respecto al año pasado, más los 1.675 trabajadores que se desplazaban a Balears «en la época de las grandes promociones». En el año 2002, la mayor disminución de la construcción se produjo en el sector turístico (-51'67 por ciento), mientras que los proyectos de ejecución de vivienda libre descendieron un 31'61 por ciento y las reformas y rehabilitaciones un 21'99 por ciento, en tanto que aumentaron las viviendas de protección oficial (VPO), desde las 188 del año 2001 hasta las 533 del año pasado.

El presidente y el director de la patronal, Pedro Ferrá y Manuel Gómez, imputaron la actual ralentización del sector de la construcción al cambio de ciclo económico, «el sector ya daba síntomas de agotamiento», pero sobre todo a las «decisiones legislativas del Govern en materia urbanística», las moratorias. Ante esta situación, la patronal de las constructoras, sector que ocupa a 60.000 personas de forma directa y a 120.000 indirectamente, reclama al Govern balear que defina «a la mayor brevedad posible» el modelo económico que quiere para Balears, para saber cuántos empresarios sobran y a qué actividades deben dedicarse. Calificaron la situación de algunas empresas de especialmente grave, dado que muchas acometieron importantes inversiones en maquinaria y bienes de equipo, todavía no amortizadas, para dar respuesta al gran aumento de demanda que caracterizó al periodo anterior al de las moratorias.

La patronal, que ayer celebró su asamblea general, impuso la insignia de oro a los empresarios: Bartolomé Estelrich Arrom, Pedro Suau Canals y Juan Salvá cabrer, en agradecimiento a sus más de 30 años en los órganos de dirección.

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