El Ejecutivo autonómico estima que la economía balear va a crecer este año un 1'3 por ciento, tras haber registrado el Producto Interior Bruto (PIB) en 2002 un alza del 0'8%, según indicó ayer el conseller d'Hisenda i Pressuposts, Joan Mesquida, en la presentación del informe de coyuntura de 2002.
La previsión del PIB para este año se centra en tres escenarios: «Si se evita finalmente la guerra el precio del petróleo podría estabilizarse en torno a los 20 dólares por barril y se despejarían temores a viajar que lastran el turismo, con lo que la economía de Balears podría crecer respecto al año pasado hasta un 1'3 por ciento. En caso de guerra, depende de la duración de la misma y de la destrucción o no de pozos de petróleo iraquíes y de la reacción de grupos terroristas contrarios. Con una guerra rápida que permitiera estabilizar pronto el mercado petrolífero mundial, la economía balear podría crecer en torno al 0'5 por ciento. En caso de una guerra larga, con destrucción de pozos de petróleo y ataques terroristas, la peor perspectiva, es inanalizable y sería catastrófico para la economía y el turismo mundial», comentó el conseller.
Tras poner de manifiesto que otras autonomías habían registrado en 2002 una año atípico, analizó la evolución de la economía balear durante el pasado año, el cual calificó de «año complicado, extraño y sorprendente, porque hemos crecido por debajo de la media nacional, pero igual que en la zona euro». Mesquida, en este sentido, añadió que la economía balear había seguido el ciclo europeo de desaceleración. En su análisis por sectores, apuntó que la ganadería y la agricultura crecieron el año pasado un 2'6 por ciento tras varios ejercicios negativos, mientras que la construcción mejoró un 2'4 por ciento al servir de refugio a los inversores, la industria aumentó su producción un 0'8 por ciento y los servicios lo hicieron un 0'7 por ciento.El conseller hizo especial hincapié en destacar que pese a los claros indicadores de desaceleración, «no se puede hablar de crisis cuando el archipiélago encabezó la clasificación autonómica de empresas por habitante (83'5 por mil) y se sigue creando empleo, con casi 50.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social durante el año pasado y un 11'1 por ciento de indefinidos entre los nuevos contratos». Puntualizó que el sector inmobiliario «se ha convertido en el sector refugio del ahorro familiar e inversionistas por los mínimos históricos bursátiles que se han registrado, con caídas generalizadas de los valores entre un 30 y 40 por ciento a lo largo de 2002. Esto ha provocado un trasvase del ahorro al ámbito inmobiliario y constructor».