S. CARBONELL/F. OLIVA
Fumar no es ningún placer y ser fumador pasivo tampoco. «El tabaco
mata», así lo confirmó ayer el doctor José Luis Díaz Maroto, médico
de atención primaria, especialista en tabaquismo y miembro del
comité nacional para la prevención del tabaquismo que ofreció la
conferencia «El tabaquismo pasivo» incluidas en las 'Jornadas sobre
medicina y tabaco' organizadas por la unidad de deshabituación
tabáquica del hospital Son Dureta en el Colegio Oficial de Médicos
de Balears.
«La agencia norteamericana de protección mediambiental define el humo del tabaco como un elemento cancerígeno» afirmó el doctor Díaz Maroto y añadió que «fumar provoca cáncer».
Según la agencia nortemaricana «no hay ningún nivel seguro de exposición al tabaco por parte de los fumadores pasivos» y recordó que profesiones como camareros, oficinistas y músicos son las más propensas al tabaquismo pasivo porque generalmente realizan su trabajo en espacios cerrados». Por otra parte, el doctor Díaz Maroto recordó que «en Balears fuman en torno al 30 por ciento de los ciudadanos» y añadió que «los datos son similares a los del resto del Estado, que según los últimos estudios están sobre el 34,4 por ciento».
Pero existen otros datos todavía más preocupantes. Según el doctor Díaz Maroto «hace tres años se hablaba de 45.000 personas con adición al tabaco; actualmente más de 55.000 ciudadanos y ciudadanas del Estado español son fumadores». Y aunque reconoció que la tendencia en los países desarrollados es la de dejar de fumar; no es el caso de los países en vías de desarrollo y añadió que «se prevé que en el año 2025 morirán a causa del tabaco unos 10 millones de personas», que son realmente cifras alarmantes.