La Fira des Fang de Marratxí vuelve a superar su propio récord de participación ya que se ha sobrepasado el número de 100.000 asistentes. Ayer concluyó esta tradicional cita con la artesanía del barro, muy arraigada entre los mallorquines, que se inauguró el pasado día 28 de febrero. Tanto las autoridades del municipio, el alcalde Miquel Bestard y Miquel Coll, regidor de Cultura, como los expositores y ollers, mostraron ayer su satisfacción por la respuesta de los visitantes y por las cifras alcanzadas en las ventas. Pocos son los asistentes que pasan por la feria sin llevarse a casa algún objeto artesano.
Tras el paseo y las compras, el público pudo asistir al final de la tarde al acto más típico del cierre de la feria, la rompediza, es decir, la rotura de aquellas ollas y otros elementos de barro que habían salido defectuosos del horno. Muchas personas se desplazan epecialmente para disfrutar de este evento de cierre. Por la Fira pasaron a lo largo de la semana unos 3.800 escolares, que participaron en los distintos talleres, como el de cocina y elementos para el arte de los fogones a cargo de Andreu Isern.
En la Fira del fang tampoco faltaron los mayores. Una veintena de asociaciones de la tercera edad acudieron al recinto para disfrutar de las manifestaciones en vivo del trabajo sobre el barro o para recorrer los sesenta puestos de venta y exposición allí presentes. Los buenos resultados de este año servirán para comenzar ya a organizar la siguiente cita.
GAM