La consellera de Salut, Aina Salom, visitó ayer las nuevas instalaciones de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil, ubicada desde hace tres meses en los locales de Cruz Roja. La Unidad cuenta con diez profesionales sanitarios -tres psiquiatras, tres psicólogos, un enfermero, dos administrativos y un trabajador social- y siete consultas, por las que cada día pasan, de media, 50 menores de 0 a 14 años.
Salom declaró que la mejora de estas instalaciones era «uno de los principales retos de la Conselleria», porque, según explicó, «existía una orden del Defensor de Pueblo del año 1999 que aconsejaba al Govern anterior que esta unidad saliese del Hospital Psiquiátrico», ya que «no era el lugar más adecuado para estos casos y sus infraestructuras eran precarias», dijo.
Con estas condiciones, reconoció, «se llegó a una rotación de sólo 1,5 niños diarios, frente a los 50 actuales». Aseveró que «no es que ahora existan más casos, sino que había muchos soterrados, sin atención o que se trataban en otras áreas, en la sanidad privada o incluso fuera de las islas, porque los padres no querían que sus hijos se atendiesen en las condiciones que se ofrecían en el Psiquiátrico».