El Dijous Llarder es día de Carnaval escolar y ayer fueron muchos los centros de Mallorca que se echaron a la calle para demostrar su imaginación. Miles de alumnos se disfrazaron y desfilaron con alegría -la mayoría- haciendo las delicias de sus profesores y padres, algunos de los cuales se animaron para dar ejemplo. Por unas horas, y tras días de trabajo manual, los escolares dejaron a un lado las mochilas cargadas de libros y de lapiceros, para dejar paso a la diversión de una fiesta tan tradicional como divertida.
Así, los alumnos de Infantil y de Primaria, los más pequeños, han sido los absolutos protagonistas con sus disfraces que les sumergen en los mundos que leen en los cuentos o que ven en las películas o en televisión. Desde personajes de antaño hasta princesas, hadas o vestidos alusivos a la catástrofe del 'Prestige', se pudieron disfrutar en los diferentes carnavales que llenaron de color e inocencia las calles de las ciudades y pueblos de la Isla.
Por ejemplo, en Palma, los alumnos del Col.legi Públic Miquel Costa i Llobera, que evocando oficios de antaño se vistieron de labradores, pasteleros, zapateros, pastores, pintores, apicultores e incluso de un oficio tan propio de las Baleares como es el de siureller, dieron ejemplo de que la fiesta puede, además, resultar educativa. En el colegio Sant Vicenç de Paül se prefirieron los cuentos y rondalles como tema para sus carnavales, por lo que decenas de ratitas presumidas, dálmatas y caperucitas rojas llenaron las clases de infantil. También los tres cerditos, el por siempre niño Peter Pan o el tan conocido Flautista de Hamelín tuvieron un hueco entre los de Primaria, sin olvidarnos de las Madones que enganyaren el dimoni o las Hermosures del món, tan nuestras.