«El espíritu de Mallorca es el de dar de una vez por todas una interpretación clara sobre la Directiva de Aves», exigió de un modo tajante Giovanni Bana, presidente de honor de la Asociación Europea de Caza Tradicional, AECT, durante el Simposio sobre Aves del Mediterráneo, que tuvo lugar ayer en el Consell Insular de Mallorca.
La Directiva Europea de Aves, vigente desde 1982, que ha generado un sinfín de conflictos debido a sus múltiples interpretaciones, ha constituido uno de los puntos fuertes del simposio ya que «la mayoría de veces se interpreta de forma restrictiva para los cazadores», manifestaron algunos de los presentes en el acto.
Mallorca cuenta con 20 mil licencias de caza, de las cuales 8.500 están controladas por las 70 sociedades de cazadores de la Isla. Por otra parte, el 70 por ciento del territorio de Mallorca, según la Oficina de la Caça del Consell de Mallorca, está vedado, es decir la caza se controla. Las conclusiones del simposio son incrementar los programas de colaboración científica sobre aves y promover contactos con representantes cinegéticos, entre otras.