Se esperaba mucha gente pero el mal tiempo hizo que los más optimistas controlasen sus expectativas. Sin embargo, ni el frío ni la lluvia pudieron con la voluntad antibélica de las 15.000 personas que, según las cifras aportadas por la Policía Local, recorrieron las calles de Eivissa ayer desde Vara de Rey pasando por Ignasi Wallis, Isidoro Macabich, Parque de la Paz y avenida de España hasta llegar de nuevo a Vara de Rey, donde se leyó el manifiesto, con alguna que otra dificultad. De «histórico», a «estupendo», pasando por «increíble» y «alucinante», los calificativos de los participantes sobre lo que estaban presenciando daban buena muestra de la emoción que se trasladó a la calle. Una hora y media hizo falta para que la cabeza y la cola de la manifestación volvieran a juntarse en Vara de Rey.
La lectura del manifiesto empañó, en parte, la celebración. La representante de la coordinadora que convocó la manifestación y responsable del Fondo Pitiuso de Cooperación, Fina Darder, fue interrumpida en varias ocasiones porque la lectura del manifiesto era inaudible para las personas más alejadas de la tarima y porque un buen grupo de manifestantes solicitaba que se realizase la lectura el castellano y no en catalán, para que todos la pudiesen entender. Darder forzó mucho la voz y los nervios afloraron. Fue el único momento tenso de un acto, por lo demás, tranquilo y pacífico.
El manifiesto denunció que «el Gobierno de Estados Unidos no deje de expresar su ciega determinación de desencadenar, con el apoyo de otras naciones, un ataque de carácter definitivo contra Irak», y aseguró que «se están manipulando las informaciones de los inspectores y la realidad misma de forma prepotente». Darder denunció que «las armas de destrucción masiva que denuncian los Estados Unidos no aparecen por ninguna parte», momento que fue interrumpido por varios gritos de «no se oye» y «léelo en castellano».