Una de las cuestiones que más preocupa a los padres de los alumnos de las escuelas de Palma es la seguridad de sus hijos, especialmente en el tiempo en que sus hijos están en la calle, desde la salida del domicilio hasta la entrada al colegio y viceversa. Esto hace que la sensibilidad esté a flor de piel, especialmente en las épocas en las que se tienen noticias de hechos que hayan podido ejercer una influencia negativa en los niños y niñas, y mucho más cuando se trata de un accidente de circulación.
No estamos en este supuesto, pero algunos padres de alumnos del colegio público Santa Isabel se han quejado a este periódico por lo que ellos consideran una absoluta falta de vigilancia por parte de agentes de la Policía Municipal. Una de las madres llegó a considerar «una cuestión de racismo» esa falta de presencia policial. Consideran que al estar junto a las vías del tren de Inca se justifica mucho más la presencia policial.
No lo consideran así los responsables del Àrea Municipal de Governació. «El colegio público Santa Isabel es uno de los que cuentan con más vigilancia policial. Lo que ocurre es que los agentes no están delante de la escuela sino en los accesos a ésta. Se trata de prevenir los accidentes de tránsito y por eso dos policías están en la calle Aragón y un tercero en la calle Balmes. Los alumnos de este centro llegan de varios enclaves. Uno de éstos es els Hostalets, que es donde está el edificio escolar y la circulación es escasa y lenta, mientras que el resto tiene que pasar las citadas vías, que sí tienen un tránsito muy intenso. Allí también está el colegio Santa Mónica, por lo que hay que dar servicio a dos escuelas».
Posiblemente, lo que echen de menos los padres de los alumnos es esa figura del policía cuya presencia en colegios y plazas daba una sensación de seguridad a los ciudadanos. Parece ser que, al menos en este caso, el Ajuntament apuesta por la vía de la operatividad antes que por la del policía de plantón.