-¿Qué supone para usted ser, por tercera vez, el candidato
del PSM en las autonómicas?
-Tengo la misma ilusión que el primer día, pero con más retos que
nunca. Estoy convencido de que se abre una etapa política en la que
el PP perderá las elecciones a nivel nacional, ningún partido
tendrá mayoría absoluta, y será un poco la legislatura del
autogobierno de Balears.
-¿El concierto económico que su partido propone es una
utopía?
-Es una realidad en dos comunidades autónomas del Estado español y,
por lo tanto, es una reivindicación totalmente pragmática e
imprescindible para Balears. No hay ninguna región del mundo que
pueda soportar durante tanto tiempo la sangría económica que
padecen las Islas con una aportación tan importante a las arcas del
Estado.
-Hasta el president Antich ha denunciado que el Estado
maltrata a Balears, ¿le ha convencido usted?
-Bueno, el PSOE está muy condicionado por el PSM, que es un partido
que desde 1991 tuvo un crecimiento electoral importante. En
aquellos municipios donde el PSM tiene fuerza el PSOE prácticamente
no existe. Y si el PSOE no asume reivindicaciones de carácter
autonomista perderá peso progresivamente.
-Pongamos por caso que en mayo del próximo año se
repitiesen los mismos resultados que en 1999, ¿estaría conforme si
se pactase el mismo reparto en las instituciones?
-Nosotros nos hemos encontrado muy a gusto en las áreas que hemos
gestionado, que se ha traducido en una gestión eficaz. Hemos
contectado con los sectores sociales, culturales y económicos, y
nos gustaría continuar esta labor. Sin embargo, nuestro electorado
nos reclama que alguna vez podamos presidir una institución. Pero
es una cuestión secundaria. Para mí es más importante conseguir en
las negociaciones aspectos programáticos que en esta legislatura no
hemos acabado de sacar adelante.
-¿Por ejemplo?
-En Balears vivimos un momento complicado, padecemos un fenómeno
que es seguramente que se da a escala europea, que es el de las
migraciones. El crecimento económico de Balears ha provocado una
verdadera explosión demográfica y necesitamos instrumentos de
cohesión social entre las Islas y los distintos colectivos que se
han visto obligados a residir aquí. Para ello necesitamos más
autonomía política, más suficiencia financiera y, sobre todo,
medios de comunicación modernos. Y especialmente una televisión
autonómica.