La VI Trobada de Gegants acaparó el interés de cientos de mallorquines, sobre todo de los niños de corta edad y un buen número de súbditos extranjeros que no dejaron de inmortalizarlos con sus cámaras de fotos. El éxito sonrió a la organización ya que lució un sol espléndido y el pasacalles discurrió sin contratiempos, contándose con la colaboración del Grup Güell. A las diez de la mañana se concentraron en la plaça de la Reina. Allí reinó la alegría y el buen humor entre los grupos de geganters. Junto a las originales figuras estuvieron animando los componentes de la Banda de Xeremiers de la Escola Municipal de Palma, y los grupos invitados que hicieron sonar sus gralles y tambores. Esta edición marcó una diferencia respecto a las anteriores pues su participación fue muy numerosa.
Entre los participantes se encontraban: las dos parejas de gigantes de La Sala de Palma, la de los xeremiers y la de pagesos; por el Consell de Mallorca desfilaron el rey Sanç y el rey Jaume III; los geganters de Calviá, que aportaron la pareja formada por Jaume I y Violante de Hungría; los de Llucmajor, con sus héroes Cabrit y Bassa; la colla de geganters de la Asociación de Vecinos del Convent de Manacor desfilaron con las figuras de Es Moro i sa pagesa; la localidad de Llucmajor se trajo a Palma el nutrido grupo de la pareja de gigantes Miquel i Cándida, y los cabezudos Barbarroja y L'amo de So Na Moixa, y los gegants sabaters de Inca. Entre los grupos invitados estuvieron la Comparsa de Gigantes, Enanos y Cabezudos de Calatayud, que aportaron la pareja de Rey moro y la reina mora, además de el enano y la enana, dos figuras no históricas.
La participación tarraconense fue notable. Desde allí se desplazaron los de Coll de Jou, con sus imponentes leñadores Fumat i Fumata, además del espantapájaros, una especie de colorista bubota satírica que sorprendía al personal mostrando como atributo masculino una alargada calabaza. De es ta misma provincia estuvieron los de l'Hospitalet de l'Infant, con las figuras del Infant Pere y Blanca de Anjou; los de Mont Roig del Camp, con los personajes de la leyenda de la bruixa y el enamorat; Los de Mora del Ebre con Berenguer I y Galbor; Los de Xerta, con Martí i Assumpsió, que representan al patrón de la localidad, San Martín y a la titular de la parroquia, Nuestra Señora de la Asunción, además de los nino i nina, y por último la colla gegantera de Riudoms con la única figura del gran maestro Antonio Gaudí. De la vecina Francia participaron los geganters de Villefranche de Conflent con la pareja de gigantes Guillem Ramón, conde de Cerdanya y Sancha de Barcelona.
El desfile se inició por el Passeig del Born, donde se había reunido mucho público. Desde allí pasaron a la calle Unió y cerca del Teatre Principal realizaron su primera parada de descanso. Como es costumbre en este encuentro, el furgon de mantenimiento ofrecía a los participantes agua y también licor de hierbas mallorquín, para hacer más llevadera la marcha a los que soportaban el peso de las figuras. Su paso por la calle dels Oms hizo que pararan gran número de viandantes que admiraron el desfile. Una de las paradas más espectaculares fue en la Plaça Major donde los grupos se enzarzaron en una danza aplaudida por muchos espectadores. Desde la plaza Major la comitiva discurrió por la calle Colón hasta Cort. Poco antes de llegar frente al Ajuntament se adelantaron los gigantes anfitriones de La Sala para hacer su entrada siguiendo luego los demás, realizando en la misma plaza sus danzas amenizadas con alegres tonadas, rivalizando en elegancia y rapidez.