Govern, sindicatos y patronales consensuaron ayer, en la Mesa de Diàleg Social, una propuesta al Gobierno central para que aborde una serie de reformas normativas que mejoren la situación de los trabajadores fijos discontinuos, colectivo que agrupa en las Islas a unas 54.000 personas.
El conseller de Treball, Miquel Rosselló, presentó ayer el acuerdo tras la reunión con los representantes de las patronales CAEB y PIME, y los sindicatos CCOO y UGT, y explicó que el propósito de la mesa y del Govern es que el documento se estudie en la comisión mixta sobre los fijos discontinuos prevista en la Llei de Régimen Especial de Balears (REB).
Rosselló, que también confía en poder exponer estas demandas «cuanto antes» al ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, recordó que la comisión mixta Gobierno-Comunitat Autònoma fue constituida «hace dos años y no se ha reunido». En su propuesta, la mesa plantea que, pese a que el trabajador fijo discontinuo balear es el que «mayor adaptabilidad presenta a las necesidades productivas de las empresas», la regulación actual «genera a los trabajadores graves perjuicios en los niveles de cobertura social que perciben tanto por desempleo como en el ámbito de las pensiones».
El director general de Treball, Fernando Galán, expuso algunas de las demandas solicitadas, como la reforma de la Ley General de la Seguridad Social en el punto que establece que el subsidio para los fijos discontinuos será igual al número de meses cotizados en el año anterior, lo que acarrea una serie de discriminaciones respecto al resto de trabajadores que la mesa cree injustificadas.