El ex cónsul general de España en Rosario, Nicolás Martín Cinto, (dejó el cargo en agosto del pasado año al cumplir los cuatro años previstos en el reglamento) sigue sin entender muchas de las situaciones creadas en torno al «caso Formentera», la investigación por un posible delito electoral cometidos por el ex Govern de Jaume Matas en 1999. «Tengo mi conciencia tranquila y puedo asegurar que mi actuación en ese tema, al igual que la de todos los funcionarios que estuvieron a mis órdenes en Rosario (Argentina), ha sido siempre la correcta», declaró a Ultima Hora.
El juez instructor de la causa, Antoni Monserrat, dictó un auto para que el Ministerio de Asuntos Exteriores «comunique a este Tribunal el actual destino y dirección donde pueda ser citado Nicolás Martín Cinto, quien ha venido ocupando el cargo de cónsul general de España en Rosario»
Este diario le localizó ayer en la Casa de América en Madrid, donde desempeña funciones propias de su puesto de funcionario de Asuntos Exteriores. «Ya ven lo fácil que es dar con mi paradero; el juez no tendrá ningún problema en hacerme llegar la citación y con mucho gusto responderé a todas las preguntas», afirmó.
«Sigo todo el caso Formentera por lo que ustedes van publicando y, la verdad, es que no entiendo todo el revuelo creado en torno a unas actuaciones en el consulado que creo totalmente lícitas. Yo tengo mi conciencia muy tranquila porque he revisado una y otra vez las inscripciones de esas personas (emigrantes de Balears residentes en Argentina) y todas, absolutamente todas, son correctas. Es decir, no falta ninguna firma ni documento acreditativo que haga sospechar la existencia de irregularidades», explicó.
El hecho de que 72 de esos ciudadanos se hubiesen empadronado en el municipio de Formentera, no merece reflexión alguna para el diplomático española: «Cada uno es libre de empadronarse donde lo desee, por ello, rechazo de forma rotunda, en lo que a la actuación del consulado español en Rosario se refiere, la existencia de un delito electoral», señaló.